Conoce las cuevas de Ajanta en la India, declaradas Patrimonio de la Humanidad
Las cuevas de Ajanta son un conjunto de 30 cuevas ubicadas en el distrito de Aurangabad, en el estado indio de Maharashtra. Estas cuevas fueron excavadas en la roca durante los siglos II a.C. y VI d.C., y contienen algunas de las mejores muestras de arte rupestre de la India.
Las cuevas fueron descubiertas en 1819 por el oficial británico John Smith, quien se encontró con ellas de manera accidental mientras cazaba en la zona. Actualmente, se consideran una de las mayores atracciones turísticas de Maharashtra y un importante destino para los amantes de la historia y la cultura.
Las cuevas de Ajanta están divididas en dos grupos. El grupo uno de ellas se encuentra en la base de una escarpada pared de roca de más de 180 metros de altura, en el lado de norte del río Waghore. Esta zona cuenta con un total de 29 cuevas, las cuales están numeradas del 1 al 29. Las cuevas 9, 10, 19, 26 y 29 son las más grandes y se destacan por sus intrincados diseños y esquemas estructurales. Las cuevas 1, 2, 16 y 17 alojan las representaciones más antiguas de la India de Bodhisattva Padmapani y Vajrapani.
El grupo dos se compone de cinco cuevas ubicadas en un acantilado del lado sur del río. En esta zona, la cueva número 16, conocida como la cueva Kailash, es la más famosa. Es uno de las estructuras monolíticas más grandes del mundo y fue construida en honor a la deidad Shiva durante el siglo VIII. La cueva Kailash es reconocida por su diseño intrincado y por la utilización de volúmenes rocosos para crear una imagen de la montaña sagrada de Kailash.
Los viajeros pueden sorprenderse al ver la intensa labor manual que se llevó a cabo para construir estas cuevas. La excavación de estas cuevas fue realizada a mano por artesanos que usaron herramientas rudimentarias para desgastar y limpiar grandes secciones de rocas hasta obtener la forma deseada. Se estima que cada cueva llevó de cinco a diez años para ser completada.
El realismo y la finura de los detalles en las cuevas de Ajanta son impresionantes. Las cuevas representan una síntesis de varios estilos artísticos que se desarrollaron durante diferentes tiempos. El arte rupestre que se encuentra en las cuevas se refiere principalmente a la vida de Buddha y la leyenda de los Jatakas. La colección incluye numerosas estatuas y murales que representan la vida, prácticas y principios budistas y hindúes.
En las cuevas, hay muchas estatuas que son fáciles de identificar debido al atuendo que llevan. La ropa y joyas usadas por las estatuas hacen referencia al período histórico en que se excavó cada una de las cuevas. Las figuras representadas se encuentran en una variedad de actitudes, algunas sonríen y otras se ven graves, en la mayoría de las cuevas se pueden ver animales, aves y plantas entrelazados en las paredes. Todos estos detalles dan vida a las cuevas y las diferencian de cualquier otro sitio arqueológico en el mundo.
En el interior de las cuevas de Ajanta, hay un juego de sombras y luz que añade profundidad y riqueza visual. A lo largo del día, la luz del sol entra en las cuevas, iluminando los detalles del arte y creando un juego de formas y sombras en los esquemas estructurales. En las primeras horas de la mañana y al final del día, el sol proyecta sombras que dan vida a los detalles.
En resumen, las cuevas de Ajanta son uno de esos lugares que dejan huella en la memoria de los viajeros. Su belleza, ingenio y capacidad para contar historias son únicas. Además, son un recordatorio de la habilidad y creatividad de los artesanos y arquitectos de la antigua India. Si planeas visitar la India, las cuevas de Ajanta son un destino turístico que no debes perderte.